¿Qué haces con tu basura? México vs Italia

En Noviembre de 2015 estuve en Italia durante 1 mes en un curso de lengua italiana  y una de las cosas que más impacto mi vida fue la separación de residuos que realizan en la región de La Marche.

Debo admitir que este post no me hace sentir nada orgullosa, todo lo contrario, me avergüenza. Considero que he sido parte de la inconciencia y falta de amor por el planeta durante muchos años, lo sigo siendo, pero en menor grado.

Los humanos nos hemos acostumbrado tanto a la destrucción, que en lugar de preocuparnos por las hectáreas  de bosques y selvas que se pierden cada año, o por  los ríos y lagos que se contaminan con aguas residuales cada día. Nos preocupamos por consumir  más bienes de lujo o aumentar nuestra riqueza monetaria.

Cuando compras algo o consumes algún alimento,

¿Analizas lo que sucederá con la basura que acabas de producir?

Honestamente, yo no lo hacía. Hasta que nos dieron aquel curso de separación de residuos, el primer día de clases, la verdad es que no fue sencillo, pero me enseñó a darle una nueva vida a lo que consideramos basura. Creí que no sabría como separar adecuadamente mi propia basura pero afortunadamente y con muchas precauciones logré hacerlo.

En la región de La Marche dividen la basura así:

  •  Desechos orgánicos
  • Plástico y Latas
  • Vidrio
  • Papel, cartón y tetrapak
  • Desechos inorgánicos no reciclables

Nota importante: Plástico, latas, vidrio, papel, cartón y tetrapak deben estar limpios para poder entregarlos.

 

Existen empresas privadas que recolectan y reciclan estos residuos. Y gracias a esto logran reciclar en promedio hasta el 70% de su basura, mientras nosotros no reciclamos ni las bolsas que nos dan en el super. No se trata de ser «malinchistas» como decimos en México, pero si de aprender las medidas que se han tomado en otros países en este caso Italia para beneficio del planeta en general.

Es increíble nuestra capacidad para ignorar los gritos de auxilio que emite nuestro medio ambiente que son tan palpables como el calentamiento global o las especies extintas, que cada día son más.

Debo admitir que después de esta experiencia mi conciencia ambiental  ha cambiado, separo la basura, llevo a centros de reciclaje el cartón, el papel, el pet y las latas. Cuando voy al super ya no pido bolsas, uso cajas usadas o bolsas de tela.

Tal vez para muchos este sea un tema de educación primaria, pero en la vida diaria casi nadie se preocupa por la contaminación que generamos. Es una necesidad urgente el despertar en materia ambiental.

Dimensiona que las acciones que realizas hoy, definirán la calidad de vida que tendrás mañana. Y para finalizar dejo una frase para reflexionar sobre lo que es en la actualidad nuestra «cultura ambiental».

«Nuestro problema  de residuos no es solo culpa de los productores. Es culpa de una economía que es derrochadora desde arriba hasta abajo -una simbiosis de codicia ilimitada en lo alto y consumidores perezosos, pasivos y auto indulgentes en lo más bajo- y todos nosotros estamos involucrados en ella.» Wendell Berry

 

 

 

 

 

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